Definir, Delimitar, Enmarcar…
Intentar definir la arquitectura, en estas alturas, es tan subjetivo. El límite entre lo banal y lo trivial, o mejor será decir tribal, ha sido desvanecido en la arquitectura mediática. Que resulta indiferente.
Hay tantas construcciones, esparcidas sobre la faz de la tierra con el mismo lenguaje mediático, que podríamos pensar sin temor a equivocarnos que la babel apocalíptica, más que esa del génesis, ha sido creada ya en una horizontalidad que anega la ciudad por completo y los menos que conforman, aquello que nos recordaba que la arquitectura podría estar más cerca de lo espiritual, quedando ejemplos, que pleonasmo, se manifiestan como escenografías, en un lenguaje párvulo por lo reducido del vocabulario, más que por lo onírico de sus significados.
Sin embargo, la arquitectura sigue luchando por mantenerse en los límites semióticos que la conforman y alejarse del simple cuadro de la óptica. Batalla entre el escorzo y la materialización del espíritu.
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