Bitacora de viaje en la que el Laboratorio de arquitectura, va planteando las interrogantes internas sobre la arquitectura y las transformaciones que en ella se dan a partir de elementos externos, tecnológicos, filosóficos o simplemente ideas sueltas que de alguna manera van girando el rumbo.

Wednesday, November 23, 2005

Hybrid

Proclo decía “el espacio, no es más que la sutilísima luz...” primera piedra es el cilicio. Elemento genealógico del cristal, vidrio, plástico, fibra óptica. Desde el barro, Aleph, Gilgamesh, Adán, hasta el híbrido que representa la arquitectura.

Entre el devaneo histórico. Arte o ciencia, oficio o técnica. Con todo esto, el día de hoy concibo a la arquitectura, como eso, un proceso. De pensamiento, de desarrollo, imaginativo, creativo. Proceso de intercambio de información entre el interior y el exterior, entre el usuario y el observador, entre el que la piensa y el que la interpreta, entre el que la vive y ella (la arquitectura) cuando vive. Su eclosión tiene un origen definido, fundamentado en la necesidad. Pero nunca deja de ser un conjunto de pasos, uno en otro, en su pensamiento o en su desarrollo existe un momento en el cual por algún motivo se materializa, desde la idea al papel, entre el papel y su materialización física existe un momento en el cual por causas diversas se plantea como necesario interrumpir ese proceso.

Y es parte de esa consecución ad infinitum lo que nos lleva a considerar la inercia y el perenne de posibilidades en la nanotecnología aplicada a la arquitectura, evitando detener ese proceso y dejarlo evolucionar constantemente. Apropiándose del tiempo y desarrollando la necesidad, que es la que da razón de ser a la arquitectura, a la par de la evolución misma del ser humano.

Es decir que desde el embrión, la niñez, adolescencia, madurez y senectud, si es que entonces existe, la arquitectura podrá plantearse a la par de este proceso y evolucionará de la mano del ser humano. Permitiendo, sin apartarse de él, cubrir sus necesidades. Concluyendo que no sólo es una parte, sino todo el proceso en su extensión.

La necesidad de la arquitectura surgirá con el nacimiento, no con la insuficiencia misma de algo ante lo obvio que reclama ser satisfecha. Conjuntará escenas de vida y en algunos casos las preverá.

Y es que la arquitectura tiene más que ver con el cine que con la forma per se. Existe mayor relación con el desarrollo de momentos, conjunto de espacio tiempo entre los seres, que la aplicación de elementos externos a un espacio. Es entonces, cuando la luz viene del interior y no de fuera. Información que es generada, no interpretada.

La arquitectura erige vida y provoca comportamientos definidos. Es en sus límites donde el ser humano se reconoce y no se adapta a este proceso lo transforma, adaptando las construcciones para hacerlas arquitectura.