cómo el Ave Fenix

Motivado por la noche que observa e inspirado por el viento que canta las palabras de recuerdos, que como flores, crecen en mi memoria, regreso al más virtual y recurrente de los espacios. El blog, mi blog, mío de mi... Mi casa en que me leo, me despojo de ropas de día y visto las prendas que de letras abrigan mi ser, en ésta noche que observa, nos mira - yo que escribo y tu que lees - como esa inseparable pareja que somos cuando estamos y existimos cuando nos pensamos el uno al otro, en el otro, junto así otro, mirándonos, acercándonos.

Así la noche,
la soledad,
el frío de fuera me a traído hasta la ardiente hoguera
y me postra aquí cual cálida figura, fósil de lo que fui, promesa de lo que seré...

Contémonos los viajes de la ausencia,
plagados de memorias, que no te incluyen,
pero te imaginan,
te desean,
te piensan y vuelvan la vía láctea de suspiros,
sobre las dulces gambas de tus pasos hacia mí.

Repitiendo al fin aquellas palabras que entonces como ahora siguen encendiendo la llama de mi ser,
"meandro onirico en que te amo"

bésame de recuerdos,
regálame las palabras que nunca,
me has de decir, para decírmelas a solas,
tuyas por siempre para mi,
déjame que te nombre con dibujos de los dos,
déjame que te busque en el mar,

De Nueva York en hojas de viento sobre el parque central
a Bariloche en contundente invierno... Te amo.

Deja que en soledad te llueva y te quite las hojas del otoño,
desnuda ante la bruma del amanecer, rocío que me despierta,
taquicardia que habla, trémula existencia en tumbos se aproxima a la gélida caricia del olvido....
sin más el invierno me acompaña...